173. Leyenda «El espejo olvidado»

Muy buenos días con Energía Positiva.

El podcast que cada mañana te trae el lado amable de la vida a través de reflexiones, historias de superación, experiencias, leyendas, entrevistas y por supuesto ¡BUENAS NOTICIAS! Porque las hay y aquí vas a poder escucharlas CADA DÍA.

Miércoles 5 de Septiembre, Episodio nº 173 leyenda titulada “El espejo olvidado”

Erase una familia muy humilde que vivía en el campo compuesta por un matrimonio y una niña. Su vida se desarrollaba allí siempre, salvo una vez que el padre tuvo que marchar a realizar unos papeleos a la ciudad más cercana, que estaba realmente lejos.

La mujer permaneció muy asustada de tan largo viaje, tanto por lo que le podía ocurrir a su marido como por quedarse ellas dos solas en medio de la nada. Pero el marido le prometió volver lo más rápido posible.

Y así fue, aunque el viaje a caballo duró poco más de un mes, el tiempo separados se hizo eterno para los tres.

El hombre llegó contento y feliz de ver a sus mujeres de nuevo, a las que trajo varios regalos de la ciudad. A su hija le dio algunos juguetes y a su mujer una caja que abrió con mucho cuidado.

Al abrirla encontró un objeto que nunca antes había visto. Era ovalado y tenía por los lados una madera decorada con flores y pájaros. Lo sorprendente para ella fue encontrar a una alegre muchacha que le sonreía y movía los labios a la vez que ella.

El marido, comenzó a reír y le explicó que era un espejo, que en la ciudad era algo muy común y que se reflejaba ella misma.

La mujer que nunca se había visto así misma, le pareció un regalo tan extraordinario que decidió guardarlo y usarlo de vez en cuando.

Pasaron los años, la niña creció y se parecía cada vez más a su madre.

El espejo había quedado guardado en la caja y olvidado por toda la familia, pues en realidad no les hacía falta, y la madre temía que si su hija lo descubría podría empezar a vanagloriarse de su hermosura y volverse presumida en vez de humilde y sencilla.

Algo más tarde la madre enfermó, y en sus últimos momentos conscientes del gran parecido entre ambas, le dijo a la hija que aunque ella iba a morir pronto quería hacerle un regalo.

Le dijo que dentro de una caja que había en el desván encontraría un mágico regalo, donde podría verla a ella de más joven. Prométeme que cada día me mirarás y me dedicarás tu mejor sonrisa, que me contarás las cosas bonitas de la vida y así verás como sonrío como tú y como me alegro sabiendo que a pesar de no estar a tu lado soy feliz porque tú sigues valorando la vida.

Y así, fue. Falleció la madre y su hija cada día le contaba a la que creía que era su madre de joven todas las bondades de la vida con una gran sonrisa.

Un día el padre la sorprendió ante el espejo, y la hija le contó lo que hacía cada día. El padre sin acercarse demasiado decidió no contarle que aquello era un espejo pues quería mantener el deseo de su esposa, de que su hija a pesar de su muerte siguiese viendo las cosas bonitas que tenía la vida.

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Disfruta, sé amable con los demás y SONRIE…. Que tengas una ¡FELIZ DÍA!

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