Cerrando puertas

La vida está llena de experiencias. Es verdad que muchas de ellas han sido maravillosas, pero no podemos vivir permanentemente enganchados a ellas.

Cuando permanecemos atados a una experiencia pasada, bien sea positiva o negativa, empieza a dominarnos y a condicionar nuestra vida.

Es indiscutible que cada etapa está para vivirla.

Lo de revivirla continuamente es más discutible, aunque sea en la mente no creo que sea beneficioso.

Pienso que todo lo que te desconecte del presente hace que estés perdiendo ese momento.

No digo con esto que no podamos recordar instantes ya pasados.

Me refiero a estas experiencias y sensaciones que nos ponen continuamente melancólicos, porque además de repetirlas en nuestra mente nos hacen pensar esa frase tan recurrente de «tiempos pasados fueron mejores».

Cuando se ha tratado de experiencias negativas fuertes, nos siguen produciendo dolor y las vivimos como si fuesen presente aunque haga años que sucedieron.

Es el momento de preguntarse que están aportando a nuestra vida este tipo de recuerdos en los que nos regodeamos.

En la mayoría de ocasiones vas a darte cuenta que son un escape de tu presente.

Bien porque algo no te guste de tu vida actual, bien porque tengas miedos fuertes a afrontar nuevas situaciones, lo normal es que tu mente recurra a estas experiencias como «entretenimiento», anestesiándote así de tu presente.

Hay que ser consciente de cuando te ocurre esto e ir cerrando puertas para comenzar a avanzar.

Dar portazo a estas distracciones no significa olvidarlas, simplemente es darles el espacio que merecen, como si le asignases una habitación de tu hogar mental.

Una vez le tienes asignada esa habitación, se la puedes decorar como quieras.

Después cierra la puerta y ya la abrirás si te apetece en algún momento determinado, pero ya nunca ocupará tu presente.

Te animo a hacer un ejercicio de interiorización y que identifiques al menos uno de esos momentos de tu vida que no te dejan avanzar.

Una vez identificado, diseña una habitación a ese pensamiento, le agradeces haber estado ahí y cierra la puerta.

¡Qué tengas una Feliz Semana!

Un comentario en «Cerrando puertas»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.