Si lo piensas bien es así. Y pasa con los fuertes en cualquier campo, bien sea físico, intelectual, artístico, dialéctico, deportivo,…
Cuando uno se siente fuerte y realmente bueno en algo no tiene necesidad de demostrarlo, y mucho menos atacando a otros. Simplemente sabe que lo es y con eso es suficiente. Le basta con seguir progresando en silencio.
Detrás del ataque en cualquiera de sus formas hay escondidos complejos, temores, necesidades, ansiedades, tristezas, envidias,…
Si quieres ser más fuerte, interioriza y piensa como puedes mejorar y superarte a ti mismo, muy probablemente alcanzarás la paz y el ataque desaparecerá de tu vida.
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