Ver a conocidos posicionarse radicalmente en uno u otro bando me hace ir más allá, y pensar hasta que punto realmente estarían dispuestos a llevar su postura. ¿Merece la pena?
La historia está llena de millones de estúpidos enfrentamientos para imponer sus límites mentales y transformarlos en físicos.
Afortunadamente la tierra sigue impasible a ello, con seis continentes sin líneas de separación y diciendo a todos los habitantes del planeta que todos somos iguales. El que no escuche el mensaje, que siga luchando pero que dejen tranquilos a los demás.
Mi bando el de la Paz, y si creo percibir una lucha exterior, primero la resuelvo conmigo, después se desvanece.