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Muy buenos días con Energía Positiva.
El podcast que cada mañana te trae el lado amable de la vida a través de reflexiones, historias de superación, experiencias, leyendas, entrevistas y por supuesto ¡BUENAS NOTICIAS! Porque las hay y aquí vas a poder escucharlas CADA DÍA.
Miércoles 11 de Abril, Episodio nº 68 con una leyenda titulada “Comportamiento Infantil”
Esta historia es reciente y sucedió hace no muchos años. Un padre y su hijo de casi treinta años viajaban en un tren junto con otros pasajeros.
En el silencio que solo interrumpía el roce de las ruedas con las vías, de pronto se escuchó una voz de hombre gritando entusiasmado como un niño: ¡Papá, papá! ¡Mira los árboles pasan súper rápido!
Todos los pasajeros se miraron con complicidad y sonriéndose, casi avergonzados por la actitud de aquel hombre.
Poco después de nuevo se escuchó en todo el vagón: ¡Papá, papá! Las nubes, mira las nubes… parece que nos persiguen…
Una vez más los pasajeros se miraron con aire de superioridad, incluso aquellos que tenían hijos se sentían orgullosos de tener a sus hijos mejor educados que aquel que ya había interrumpido por dos veces la tranquilidad del viaje.
De pronto una vez más se escuchó: ¡Papá, papá! ¿Has visto lo rápido que hemos atravesado esa ciudad?
La situación cada vez era más tensa. Ya había resoplidos entre algunos de los pasajeros y quienes trataban de leer el periódico o hacer trabajo en sus ordenadores.
Cuando otra vez el estruendoso grito de aquel hombre de casi treinta años, dijo: ¡Papá, papá! Casi no me da tiempo a ver los carteles con el nombre de las ciudades. ¿Cuánto falta para llegar a casa?
En ese momento un señor con aires de ser muy educado pero visiblemente molesto, le dijo al padre de aquel muchacho. ¡Ya está bien! Le aconsejo que lleve a su hijo a un médico porque es evidente que algo no funciona bien en él para comportarse así.
El padre disculpándose por lo sucedido le dijo: Perdone si le molesta señor, justamente venimos del hospital. Mi hijo era prácticamente ciego de nacimiento y tras una larga y novedosa operación ha logrado recuperar gran parte de su vista.
El silencio en el vagón fue tan largo como el tiempo que aquel hombre volvió a sorprenderse con las maravillas que podía ver a partir de ahora.
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Y como siempre gracias por estar ahí, por acompañarme al otro lado.
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Disfruta, sé amable con los demás y SONRIE…. Que tengas una ¡FELIZ DÍA!